En medio de redadas del ICE, revocaciones de visas estudiantiles e incertidumbre internacional, la comunidad inmigrante de Estados Unidos enfrenta otra medida hostil.
Una orden ejecutiva del presidente Donald Trump que prohíbe los viajes desde 12 países entró en vigor el 9 de junio, restringiendo la entrada a Estados Unidos de personas provenientes de Afganistán, Birmania, Chad, la República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
Trump también impuso restricciones parciales a los viajes desde Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
Según la orden, las visas emitidas antes del 9 de junio no serán revocadas.
La medida afecta directamente a la Universidad de Florida. UF alberga a más de 6,000 estudiantes internacionales y estudiantes de 140 países representan más del 25% del cuerpo estudiantil de posgrado de UF.
Irán fue uno de los 10 países con mayor número de estudiantes internacionales en el semestre de otoño de 2022, con 99 estudiantes inscritos. Tras la orden, algunos se preguntan qué significa esto para ellos y sus familias.
Hadi Ghasemi, estudiante de doctorado en ciencias hortícolas en UF de 35 años , no ha regresado a Irán en los cuatro años que lleva en su programa. Ya era difícil viajar por el proceso de visa, dijo.
La prohibición agrega otro nivel de estrés y desconexión con su hogar, añadió.
“Somos humanos”, dijo Ghasemi. “Tenemos familia. Tenemos emociones. Tenemos amigos”.
Explicó que la mayoría de los estudiantes iraníes solo pueden ver a sus familias si las invitan a EE. UU. y si sus padres obtienen una visa aprobada.
“Ahora con esta situación, nosotros ni siquiera tenemos la habilidad de preguntarles que vengan para acá por un corto periodo de tiempo”, dijo.
Ghasemi dijo que le preocupa que la universidad pierda estudiantes innovadores y talentosos por culpa de esta medida.
Aunque respeta las decisiones del gobierno, cree que los iraníes aportan mucho. Permitirles venir a EE. UU. beneficiaría a ambos países, dijo.
Los iraníes ya habían sido afectados por la Ley del Senado 846, que entró en vigor en diciembre de 2023. Esta ley prohibió las “asociaciones”, incluyendo programas de reclutamiento, entre universidades estatales y cualquier persona no ciudadana de EE. UU. que viva en un país considerado de preocupación, como Irán.
Tampoco es la primera vez que se impone una prohibición de viajes a Irán. Durante el primer mandato de Trump, se implementó una restricción de 90 días a Irán y otros seis países de mayoría musulmana en 2017.
Políticas exteriores como estas dificultan el éxito de los estudiantes iraníes, dijo Ghasemi. Les quitan la opción de asistir a universidades estadounidenses y los obliga a buscar oportunidades educativas en otros países.
Aun así, se mantiene esperanzado. Los políticos van y vienen, dijo Ghasemi, y añadió que la prohibición podría cambiar para fin de año.
Trump finalmente ayudó a los estudiantes iraníes durante la última prohibición otorgando exenciones de visa, recordó.
“Espero que podamos tener algo similar en un futuro cercano", dijo.
Tiene varios amigos que quieren estudiar en EE. UU., pero actualmente no pueden, explicó.
Haití tenía 49 estudiantes internacionales en el semestre de otoño de 2022 y cuenta con una comunidad fuerte en Gainesville, representada por el Club Creole de UF y la iglesia haitiana Eben Ezer.
Guileinah Dupiton, estudiante de psicología en UF de 21 años, no ha visitado a su familia en Haití desde que estaba en la secundaria debido a la violencia e inestabilidad interna.
Dupiton dijo que se sintió sorprendida al enterarse de la medida, pero también insensible ante tantos cambios en las políticas migratorias.
“Se siente como si Haití estuviera siendo excluido del mundo internacional”, dijo Dupiton.
En Haití hay mucho conflicto político, dijo, y a pesar de la participación previa de EE. UU., esta prohibición parece dejar al país lidiar solo con su crisis.
“Duele, como alguien que realmente siente orgullo por su herencia, ver que eso esté pasando”, dijo.
Muchas personas haitianas que no están involucradas con la violencia de pandillas buscan salir del país, pero la orden ejecutiva elimina a Estados Unidos como opción, dijo.
A Dupiton le preocupa que las redadas del ICE resulten en deportaciones de personas haitianas que han pasado años construyendo su vida en lugares como Gainesville.
“Ser enviado de regreso después de tanto tiempo sería algo muy perjudicial”, dijo.
Agregó que EE. UU. no debería ignorar a Haití, ya que el país necesita más apoyo.
Omara Obas, estudiante de posgrado en terapia ocupacional en UF de 23 años, no ha visitado a su familia en Haití desde 2018. Dijo que se sintió asustada al escuchar sobre las nuevas restricciones y teme lo que pueda suceder.
La familia es importante, comentó, y estar separada de sus seres queridos tiene un gran impacto. No ha visto a algunos de sus familiares en siete años y ya no mantiene la misma cercanía.
“En el futuro, nos habría encantado regresar y visitar a nuestra familia”, dijo Obas. “Ahora, con esto que está pasando, es como si ya no hubiera ninguna posibilidad de que eso pueda suceder”.
La prohibición es como un peso sobre sus hombros del que no puede liberarse, añadió.
“Se siente como si estuviera fuera de nuestras manos, y realmente no hay nada que podamos hacer más que aceptar lo que está pasando”, dijo.
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