De jugar como portera para las Florida Gators a defender la portería en su tiempo libre con la selección nacional de República Dominicana, Paloma Peña ha demostrado su capacidad para rendir al más alto nivel en distintos escenarios.
Aunque la estudiante de segundo año de reserva tiene 20 años, es de Miramar, Florida, y su padre es de República Dominicana. Ha tenido la oportunidad de jugar varias veces con la selección de su país. Fue convocada por primera vez a los 16 años y volvió recientemente este verano. También participó en la Copa Oro Femenina de la Concacaf 2024.
“Fue una locura para mí, pero estaba súper emocionada”, dijo Peña sobre su paso por la selección. “Porque jugué mi primer partido oficial contra Granada, y ganamos ese juego”.
Su trayectoria con la selección dominicana se ha definido por la constancia, la disciplina y el crecimiento. Peña, quien lleva alrededor de 11 años jugando fútbol, dijo que aún recuerda la emoción de su primera convocatoria como guardameta.
Ahora, después de varias llamadas, aseguró que se siente consolidada tanto en la cancha como dentro del equipo.
“[Mis compañeras] están empezando a entender que tengo un rol importante en el equipo”, dijo Peña. “Liderar, hablar, crecer en mis atributos como portera. Me tomo ese rol de liderazgo muy en serio”.
Para Betzaida Ubrí Mateo, directora técnica de la selección dominicana, el valor de Peña va más allá de sus habilidades técnicas.
“Paloma puede aportar solidez y equilibrio dentro del equipo”, dijo Ubrí Mateo. “Su experiencia en todas las categorías le permite entender la identidad de la selección y transmitir confianza, compromiso y disciplina tanto dentro como fuera de la cancha”.
Ubrí Mateo también destacó la madurez y adaptabilidad de Peña, cualidades que, según dijo, la distinguen de otras jugadoras.
“Su consistencia y madurez le permiten contribuir de manera positiva al grupo”, agregó Ubrí Mateo.
Roxana Toro, madre de Peña, aseguró que el crecimiento de su hija como líder ha sido evidente desde la portería, donde la comunicación y la presencia son esenciales.
“Ella realmente está diciendo: ‘Estoy aquí para ser una líder’, así que para mí, esa es sin duda una de las cualidades más importantes que creo que ha desarrollado al formar parte del equipo”, dijo Toro. “Y como portera, ciertamente, ser líder es clave”.
Toro señaló que ve el camino de su hija como un reflejo de lo que Peña representa fuera de la cancha: una joven latina que crece como mujer y como líder, inspirando a otras niñas dominicanas.
“Eso representa su interés en continuar realmente su legado como una chica hispana, para convertirse en mujer y ser un ejemplo para otras niñas dominicanas que tal vez la están mirando ahora, y que seguirán viéndola en el futuro, y que ojalá se interesen en jugar el mismo deporte”, dijo Toro.
Más allá de los resultados en la cancha, Peña cree que el orgullo de representar a su país también proviene de ser testigo del progreso del fútbol femenino en República Dominicana, dijo.
Ha visto cambios en la identidad visual de la selección, desde un nuevo logotipo hasta uniformes renovados, que siente reflejan un crecimiento más amplio dentro del programa.
“Paloma contribuye, no solo atléticamente, sino también personalmente”, dijo Ubrí Mateo. “Su bagaje cultural le permite enriquecer al equipo con una visión amplia, promoviendo el respeto, la diversidad y la identidad dominicana”.
Mientras equilibra el fútbol universitario, de club e internacional, Peña dijo que su objetivo final es jugar de manera profesional.
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